La Cumbre Global de la Moda 2025: ¿Se están dando cambios reales?
Escrito por Romina Bran.
El Global Fashion Summit, o traducido al español, “La cumbre Global de la Moda” realizará su edición 16° en Copenhague del 3 al 5 de junio del presente año. ¿Qué podemos esperar de ella? Pues la temática de este año lo describe perfectamente: “Barreras y Puentes”, y resalta la dualidad del momento en la industria de la moda. Barreras tradicionales tienen la posibilidad de transformarse en puentes para un cambio tangible.
La industria de la moda es una de las economías más grandes del mundo, y como toda economía, busca maneras de sostenerse a través del espacio y tiempo, sin embargo, con la llegada de la producción en masa por la revolución industrial y décadas después, el auge del fast-fashion, esta búsqueda de la sostenibilidad se convirtió en un arma de doble filo, un arma tan letal que inevitablemente las conversaciones sobre moda siempre se acompañan de diálogos sobre el desecho producido por las manufacturas, poblaciones de bajos recursos siendo laboralmente explotadas (Bangladesh, China, India, Ghana, Kenia, etc) y, el monstruo que todos intentamos combatir, la contaminación ambiental.
La Cumbre invita a líderes empresarios en moda y retail y crea espacios de discusión sobre sostenibilidad, justicia laboral y reciclaje. Este año, los exponentes de la cumbre son marcas como Tommy Hilfiger, Nike, Target, El Grupo H&M; periodistas de revistas de moda como Vogue, Vogue Business, The Business of Fashion; y organizaciones como The Global Fashion Agenda, RE&UP y Circular Transparency por mencionar algunas. Todas estas identidades comenzarán debates sobre el actual modelo de negocio en la industria y cómo, a través de la innovación partiendo desde cualquiera de los niveles (producción, exportación, retail, online shopping, etc) se puede llegar a la meta que el Acuerdo de París tiene presente: Para el 2030 las industrias de todo el mundo tendrían que cooperar a que la emisión de CO2 del planeta se mantenga en un 1.5%, contrario a la predicción de un incremento en un 40%, lo cual, sería devastador para la.
Sin embargo, en una reciente entrevista, Eva Kruse, la fundadora de la cumbre, dijo: “Honestamente, estoy decepcionada que no hayamos avanzado más” refiriéndose a qué tan serios son los cambios reales que se han dado desde que la Cumbre se fundó en el año 2009. Existe una falta de liderazgo audaz, se necesita detener y transformar el modelo actual bajo el cual la moda opera “vender más y más nuevos productos”. Nos hacemos la pregunta, ¿Valdrá la pena tener eventos como La Cumbre Global de la moda cuando los cambios reales en la industria no representan ni el 1% de lo que se predijo hace más de 15 años?.
Todo indica a que el prototipo de venta actual en la industria de la moda está enfocado en alimentar al consumismo desproporcionado moderno, y nadie puede detenerlo. Mientras países como Los Estados Unidos o Australia son reportado como los países que consumen más moda (hay más compra por individuo per cápita), países como Bangladesh o Ghana, son reportados como los países con más explotación laboral por la moda, y con más desecho de ropa echado en sus playas, respectivamente.
Es un dilema que nos hace reflexionar sobre lo que realmente está pasando en la sociedad actual, ¿Por qué compramos lo que compramos?, ¿Realmente lo necesitamos?, ¿Cuál es el rol que la moda toma en nuestras vidas?. Pensemos en esa escena de “El Diablo Viste a la Moda”, donde Miranda Priestly (Meryl Streep) le explica a Andy (Anne Hathaway) cómo la simple elección de su suéter cerúleo es una mentira, una treta magistral que la industria eligió para y por ella.